Más que un alimento, el açaí es una manifestación cultural que perdura desde hace siglos en la región amazónica. Fuerte tradición en la región, no existe casa que no lo conozca.
En las épocas de cosecha, los agricultores miembros de COFRUTA – Cooperativa de los Fruticultores de Abaetetuba, suben al árbol del açaí, cortan las ramas más cargadas y colocan los frutos en paneiros, cestas típicas de cargar açaí. Estas cestas son distribuidas por todas las ciudades de los alrededores, en mercados y ferias.
De los granos surge el “vino del açaí”, como su pulpa es conocida, un líquido generalmente espeso. Son abundantes las casitas que venden el açaí batido y por litro, de la forma que al pueblo le gusta. Para llamar la atención del cliente, un aviso rojo es colocado en la entrada. Las descripciones son de todos los tipos: “açaí del gordo”, “açaí del bueno”, “açaí del nuestro”, “açaí de la isla”…
Él está presente en las principales alimentaciones del día. En el desayuno, se come la pulpa batida. En el almuerzo, viene acompañado de camarón, pollo o harina de tapioca. Es el açaí que da sustento para el día que se viene por delante.
Rico en vitaminas, este fruto de tono rojizo trae salud para los pueblos de la floresta. Es sinónimo de alimentación, cuidado y sabor.
Suministrado por la comunidad COFRUTA, localizada en Para, y accedido en el proyecto RECA (Reforestación Económica Consorciada y Adensada) en el Distrito de Nova California en Rondônia, y en el CAMTA – Cooperativa Agrícola Mixta de Tomé Açu. La recolecta, en COFRUTA, consiste en subir a las palmeras, cortar las ramas y desgranarlas. El açaí de Natura Ekos posee la certificación de orgánico, es decir, que es cultivado de forma sustentable, minimizando la agresión al medio ambiente.
Inspirado en la cultura del açaí, el vino de la Amazonia, Natura Ekos trae una línea exclusiva para el momento del baño y cuidado del cuerpo. Todos los productos contienen aceite de açaí, con excepción del Frescor, que tienen extracto aromático. El aceite de açaí, extraído de la semilla, posee propiedades emolientes e hidratantes para la piel.
El extracto aromático viene de la pulpa del açaí. Esos “olores” son usados en la composición del Frescor de Açaí. El proceso es totalmente verde: el único solvente utilizado es el alcohol, proveniente de la caña de azúcar, una fuente renovable.
